Un Pintor de Ciudad

Jorge Pietra

domingo, 26 de marzo de 2017  |   

Viví en diferentes ciudades muy distintas entre sí, todas con su propia identidad, como Lima, DF, Madrid o París. Pero es en Buenos Aires donde nací, me crié, estudié y me formé como pintor, la ciudad donde el paisaje urbano interno está vivo, donde se mezclan lo subjetivo con la memoria de lo urbano.

Ciudad que para mí empezó siendo casi un pueblo: vivía en Colegiales, que en los años 50 y 60 era un barrio casi aislado, donde los productos básicos los transportaban carros a caballo y también, cuando alguno dejaba este mundo, caballos negros más grandes te llevaban quien sabe dónde… La ciudad se iba abriendo, de paisajes cambiantes y diferentes; cuando la entrada al "centro" era para nosotros por Retiro, con ese edificio celeste medio redondo con algo de barco, que todavía existe. Tiempo después, recién llegado de París, rendí homenaje a esa entrada colgando telones de 15 x 15 m. sobre los andenes del ferrocarril Mitre, con el

Buenos Aires (…), la ciudad donde el paisaje urbano interno está vivo, donde se mezclan lo subjetivo con la memoria de lo urbano.

Grupo Retiro, formado en las entrañas del Teatro Colón en el año 85. También desde Retiro íbamos a La Boca, a la bombonera: ese barrio fue como descubrir un país nuevo, lleno de vida y colores.

Otro descubrimiento (para la mente de un niño que poco salía del barrio) mezcla de azar y trámite bancario fue cuando acompañé a mi padre al Banco de Londres, donde el espacio arquitectónico me produjo toda suerte de sensaciones físicas. Por supuesto no tenía idea quién era Clorindo Testa, más bien lo asocié a la Dimensión Desconocida, serie que miraba con devoción.

Pasó el tiempo, me mudé de barrio, el paisaje cambió, iba a la escuela de Bellas Artes, cuando estaba en Cerrito, los bares afrancesados de la zona, después la ciudad gris, policial, me fui del país y volví muchas veces, paisaje de sorpresas, aparece la Reserva Ecológica, hoy se pintan murales en muchos barrios, eso me parece muy bueno.

Los paisajes urbanos se despliegan en múltiples formas en mis pinturas, y siempre fue así: espacios fragmentados, perspectivas al vacío, gente que cae, vuela o está paralizada por la duda y el miedo. Mi primera exposición se llamó “Espacios Añicos”, la inauguración coincidió con el golpe del 24 de Marzo del 76, en la Galería CarmenWaugh: el afuera, la calle, estallaba junto con mi obra. Soy un pintor de ciudad que mira la metamorfosis urbana, la diversidad de la gente, sus movimientos, paisajes urbanos infinitos que pueblan mi imaginario.