Expectativas en la construcción
Mario Goldman, Agustín D'Attellis
Una lectura de realidad económica desde el ADI | Área de desarrollo Inmobiliario del CPAU.
La información referida al presente contexto económico que reflejan cotidianamente los diversos medios especializados de comunicación da cuenta de dos aspectos que hasta hoy no son concurrentes: por un lado una muy fuerte recesión presente y por otro lado el anhelo, la esperanza y la expectativa de una esperable reactivación futura. Reactivación esperable y visible para mediados del próximo año.
La recesión es una certeza, la reactivación depende de un conjunto de factores de políticas económicas a implementar, algunos de los cuales están ligados a un contexto internacional complejo para nuestro país.
Todos los indicadores económicos a lo largo del año en curso dan cuenta de un fuerte deterioro. El cuadro actual refleja caídas anuales en el mes de agosto de 7,4% en el consumo -según datos de la CAME-, 7,9% en la produc-ción industrial (INDEC), 7,8% en la producción industrial Pyme (CAME). En el caso de este último dato, los once rubros en que se descompone el índice registran bajas. La utilización de la capacidad instalada de la industria cayó a un 62%, según datos del INDEC. El sector automotriz refleja una caída de 13,7% anual en la producción y de 38,3% en las exportaciones, según datos a julio de ADEFA. La construcción registra una caída de 23,1% en la actividad y una baja de 15,7% en los puestos de trabajo, según el INDEC. La actividad económica marca una contracción de 5,9% anual en julio (INDEC), y cerró el segundo trimestre con una caída de 3,4% en el PBI. La confianza del consu¬midor, medida por la Universidad Torcuato Di Tella, da cuenta de un -24,65% anual en agosto. La inversión bruta, según datos de la consultora de Orlando Ferreres y Asociados, lleva dos trimestres consecutivos de caída, -3,7% y -4,7%, para el primer y segundo trimestre del año, respectivamente. Sin dudas, la situación actual de la economía argentina es muy mala.
La construcción privada ha sentido y siente muy fuertemente el impacto de la caída de la actividad económica en su conjunto. La presente recesión se extiende desde junio del año pasado. En este sentido es interesante considerar que el desplome en la industria de la construcción en el mes de julio representa la caída más fuerte desde agosto del año 2002. Cayó la venta de cemento portland, ladrillos huecos, pinturas, artículos sanitarios, placas de yeso, pisos y revestimientos cerámicos. Todos insumos típicos requeridos en la construcción de desarrollos de vivienda tanto uni como multifamiliares.
La recesión es una certeza, la reactivación depende de un conjunto de factores de políticas económicas a implementar, algunos de los cuales están ligados a un contexto internacional complejo para nuestro país.
En este contexto es interesante volver a revisar el registro de nuevas encomiendas del CPAU para proyectos de más de 1.000m2. Se ha tomado este límite inferior por considerar que el mismo se corresponde con desarrollos multifamiliares. El registro de encomiendas es el paso previo, inicial y obligatorio para la gestión de una nueva obra que se reflejará en el transcurso del tiempo en el volumen de obras nuevas en construcción, en la venta de materiales y en la actividad inmobiliaria.
Por este motivo el registro del volumen de encomiendas opera como un predictor primario de la evolución futura de la construcción en nuestra ciudad. A dicho efecto se comparará el volumen de encomiendas de obras nuevas registradas en el CPAU en el trimestre de junio/julio/ agosto entre el presente año y el anterior 2015.
Año 2015 » 651 encomiendas
Año 2016 » 753 encomiendas
Comparando ambos trimestres se registra un crecimiento del orden del 15%.
Considerando solamente el mes de agosto de ambos años el comparativo es el siguiente:
Año 2015 » 33 encomiendas
Año 2016 » 56 encomiendas
En este caso se registra un significativo crecimiento de las encomiendas de obras nuevas del orden del 70%, lo cual se puede considerar como indicador de una muy fuerte y próxima reactivación.
Este crecimiento de nuevas encomiendas de obra muy probablemente se reflejará en un incremento de la cons-trucción de obras privadas en su mayoría del tipo de propiedad horizontal a finales del presente año y comienzo del próximo. Se puede asumir como un claro indicador de una próxima reactivación del mercado inmobiliario.
Otro punto importante a tener en cuenta para la evolu¬ción futura del mercado de Real Estate es el resultado final del blanqueo, que por el momento viene muy por debajo de las expectativas previas.
La recuperación en la actividad económica para el año que viene estará centrada en el sector agroexportador, la minería y los servicios financieros, que tienen como ca¬racterística la baja creación de empleo. Otro sector que explicará la recuperación, es la obra pública, con impacto positivo sobre sectores vinculados a la construcción. Sin embargo, la recuperación de la actividad en un sentido amplio requiere de la recuperación del consumo, como condición necesaria. La tan necesaria recuperación de la inversión depende también del retorno de la demanda. La ansiada desaceleración inflacionaria debería evitar la contracara de la recesión económica. Si se logra este objetivo, debería darse una recuperación en el crédito hipotecario, necesario para un crecimiento sostenido de la construcción.