Un dibujo | Buildings from Mars

Leonardo G. Militello

viernes, 30 de junio de 2017  |   


Ilustración: Leonardo G. Militello

Los primeros trazos en la arquitectura yacen en el inconsciente y allí se esbozan esos vírgenes garabatos libres de obstrucciones racionales donde fluye la energía primal.

La construcción supone un tránsito a partir del inconsciente, donde los impulsos dejan registro inmediato y no hay lugar para remendar el error, son irreversibles. Los impulsos continúan su accionar, se modifican y mutan hasta lograr un sistema de equilibrio. Allí la dimensión del tiempo se prolonga lo suficiente para entender que la razón es solo imprescindible cuando es necesaria.

Es necesario atreverse a transitar aquel recorrido laberíntico donde no hay manera de volver sobre sus propios pasos. La expansión de la conciencia como experiencia creativa, el valor del proceso, la relativización del producto artístico como objeto finalizado, la incorporación del tiempo como materia creativa.

Hay una dimensión no visible en nuestra realidad cotidiana que llama a ser observada. Todos transitamos por esta vida y con frecuencia muchos deseamos disolvernos en un magma atemporal, tan familiar como el vientre materno.

Es necesario perderse para lograr encontrarse.