Por un hábitat equitativo

CPAU, Sergio Lanzafame

lunes, 8 de noviembre de 2021  |   

El CPAU presentó en el mes de junio el espacio Arquitectura para el Bien Común, un programa que plantea un trabajo de concientización de la matrícula para que la profesión pueda estar al servicio de todos los sectores de la sociedad, no solo de los que tienen mayor poder adquisitivo.

En la presentación, que se realizó de manera virtual, el presidente del CPAU, Emilio Rivoira, destacó que su creación era «una asignatura pendiente» para el CPAU, porque hay una gran cantidad de arquitectos y arquitectas que «dedican su quehacer y experiencia a compartir las preocupaciones y necesidades de los sectores más frágiles de la sociedad», y resaltó que el bien común debe ser «vector guía de lo que tenemos que hacer y no de lo que nos conviene a cada persona».

La idea general del programa es la de articular, vincular y acercar a los/as profesionales que participan de distintas acciones tendientes a lograr ese objetivo, así como a quienes estén interesados en hacerlo. Y también, la de poner en valor esta práctica de la arquitectura tan «compleja y poco difundida».

Entre los objetivos, Arquitectura para el Bien Común plantea promover el desarrollo de una arquitectura integradora, que incorpore el sentido del bien común en la práctica profesional, visibilizar e incentivar experiencias profesionales que aporten a transformar las condiciones desiguales del hábitat, fomentar la capacitación de profesionales interesados en esta temática, generar un espacio de intercambio, asesoramiento y articulación permanente para intentar dar respuesta a demandas concretas de profesionales y comitentes sin posibilidad de acceso a servicios de profesionales y promover el mejoramiento de las condiciones de trabajo de profesionales que desarrollan su práctica en el hábitat popular. 

El consejero Roberto Frangella y la consejera Carolina Day, responsables del espacio, dieron cuenta de los principios sobre los que sustentan esta propuesta. «[Queremos] crear vínculos entre profesionales de la arquitectura y las clases más excluidas» y «dar visibilidad a quienes dedican su práctica a atender las necesidades de los sectores más frágiles de la sociedad», señalaron.

Plantean que detrás de esta acción hay una «necesidad de encontrar un espacio donde poder vincularse y poder ser útiles a tanta necesidad, ante una pobreza tan generalizada».

Aunque la propuesta incluye «tejer vínculos con las acciones de los gobiernos», Frangella y Day dejaron claro que estas acciones de bien común equitativas, colectivas y comunitarias necesitan que «los partidismos políticos sean dejados de lado».

Si bien el CPAU es una organización que congrega profesionales que actúan en la Ciudad de Buenos Aires, la convocatoria es abierta, entendiendo que el AMBA es un territorio único y que el «bien común es transversal a todo y a todas las personas, por lo que se necesita del aporte y asesoramiento multidisciplinario».

La continuidad del programa es otro objetivo central. «Si bien esta iniciativa comenzó en esta gestión del CPAU, por entender el momento crítico que vive el hábitat social, nos interesa muchísimo que no termine cuando finalice la gestión actual y que logremos consolidar una estrategia que trascienda a las personas y permita darle continuidad al programa», señalan.

Tanto Frangella como Day son profesionales con una larga trayectoria en el trabajo con sectores vulnerables y comparten este espacio de trabajo y reflexión con arquitectos y arquitectas con experiencias similares en cooperativas o programas estatales de urbanismo y construcción de vivienda o espacios públicos.

Ambos dieron su parecer sobre lo que pueden aportar los profesionales de la Arquitectura en el objetivo de que todos los seres humanos habiten en lugares dignos.

«La Arquitectura, siempre social porque responde al abrigo del ser humano, no debiera estar diferenciada para ningún habitante del país. Para terminar con la extrema pobreza y la carencia de un hábitat social digno, solo hay que proponérselo, y debería ser un empeño no solo de los gobiernos sino de todos/as los/as argentinos/as, mucho más en momentos de crisis como la pandemia que transitamos. Ante una situación así, es nuestro deber poner el hombro y compartir fraternalmente todo lo que tenemos en pos del bien común», plantean.


Si querés conocer más de esta iniciativa o sumarte al programa, escribinos a: biencomun@cpau.org