Pro.Cre.Ar en Santiago del Estero

Pablo Pschepiurca

miércoles, 4 de octubre de 2017  |   

A principios de los años 70, cuando aún no estaba en la facultad, colaboré en varios proyectos para los PEVE de Soldati, Ciudadela, Varela y otros. Por distintos motivos, la densa trama formada por los coloridos conjuntos de tiras, torres y nudos se ha segregado del continuo urbano y alberga una fuerte conflictividad social. En cuatro décadas podemos empezar a ver los resultados del breve período en que funcionaron los desarrollos urbanísticos de Pro.Cre.Ar.

En ambos planes, arquitectos y empresa debían presentar a una licitación un proyecto de un conjunto de viviendas y un compromiso de construirlo por un precio determinado. Y aquí se acaban las similitudes. 

Viviendas Pro.Cre.Ar en Santiago del Estero / Estudio Aisenson + Estudio Alberto Varas & Asoc. / Leandro Crook, Atilio Pentimalli, Asociados.

Pro.Cre.Ar ha introducido, en la serie de planes de vivienda producidos desde el Estado, algunas novedades que lo hicieron más versátil, variado e integrado: 

  • Que los equipos técnicos consensuen con los municipios los parámetros urbanísticos y las infraestructuras requeridas hizo que las obras no cayeran del cielo y resultaran más integradas a los contextos.
     
  • Que la convocatoria no sea solo un programa abstracto sino un anteproyecto urbano y arquitectónico con morfologías y tipologías a reelaborar por el oferente otorgó al debate disciplinar un lugar central en la compulsa.
     
  • Que la evaluación arquitectónica fuera determinante para la adjudicación de las obras jerarquizó la calidad de los proyectos por sobre el puro precio.
     
  • Que la competencia obligara a optimizar las tipologías, la relación con el contexto, la materialidad y la imagen hizo que las empresas se esforzaran en ofrecer productos de mayor calidad.
     
  • Que los proyectos debieran adecuarse a las preexistencias locales produjo que las obras se integraran con mayor naturalidad a las diversas realidades urbanas.

Como todo plan también era perfectible pero, aunque de modo incipiente, la variedad y calidad de las propuestas que ya podemos evaluar permite verificar buenos resultados.

En el caso de las viviendas de Santiago del Estero, mantuvimos el plan de masas, la pisada, la volumetría, la altura y la posición de los edificios, facilitando así la continuidad de las gestiones previas realizadas para la aprobación municipal del proyecto.

Las modificaciones principales que se han propuesto son: la recuperación del centro de manzana y tratamiento paisajístico, el tratamiento de las terrazas de los basamentos, el reposicionamiento de los SUM y espacios de uso común, un ajuste de los núcleos de ascensores y de los halles de acceso a los edificios, el tratamiento de la planta de estacionamiento a -1.70 m, variaciones de las tipologías de vivienda, recovas de protección de los locales comerciales e indagar en una imagen contemporánea con identidad local.