Arquitectura de la información

Pablo Lorenzo-Eiroa

viernes, 12 de abril de 2019  |   

La arquitectura ha sido criticada por organizar la realidad desde arriba hacia abajo: desde el urbanismo a los edificios, a la vida de la gente en espacios que desafían los valores culturales convencionales. Sin embargo, el rol de la arquitectura como cuestionadora de la realidad y la estabilidad cultural ha sido reemplazado o bien estructurado por parámetros capitalistas más fuertes que operan también desde arriba hacia abajo e informan la realidad mediante la manipulación de valores conservadores: desde los intereses corporativos de las empresas inmobiliarias que definen la silueta de la ciudad neoliberal, hasta la vida de la gente a través de las interfaces de medios. En la actualidad, la arquitectura está informada por la ideología capitalista a través de parámetros: de lo social a lo político, a lo económico, a lo profesional. En este escenario, la arquitectura ha sido excluida de decisiones urbanas, habitacionales, infraestructurales, estructurales y de desarrollo. El arquitecto se ha transformado en un diseñador, aplanando el espacio arquitectónico como consecuencia de la afección que ejercen las imágenes a través de los medios, síntoma de su irrelevancia política.

Site-Specific Adaptable Robotic 3d Printer, impresora 3d robótica adaptable y e-Chaise Longue, e(eiroa)-Architects, NY, Diseño Principal I+D: Pablo Lorenzo- Eiroa, Diseñadores I+D: Gabriel Munnich, Yaoyi Fan, Pablo Toubes-Rieger, Nelson Montas.En este contexto, se ha entendido a la computación como un medio para estructurar la realidad, donde la tecnología aparece en oposición a los valores culturales. Sin embargo, las nuevas tecnologías son capaces de proponer nuevas ópticas para entender la realidad, transformando a veces las disciplinas y los valores culturales que hay detrás de ellos. La relación entre computación y arquitectura ha atravesado muchas fases, pero en los últimos tiempos los arquitectos han simplemente estado trabajando con las últimas tecnologías de representación y de fabricación explorando sus posibilidades, en lugar de considerarlas proto-arquitectónicas. La autoría del individuo se mide en relación a las diversas capas de la cultura de una sociedad, sin un origen identificable. En esta multiplicidad, el arquitecto relega cada vez más su autoría a diseñadores de software, tecnologistas y, en otros niveles, a los desarrolladores y los intereses corporativos. De esta manera, la arquitectura se enfrenta a un falso antagonismo: o es informada por nuevas tecnologías que determinan su proyecto cultural, o actúa como una reacción a este proceso reclamando su relevancia cultural a través de una postura post-digital, separando a la tecnología de problemas de representación de modo similar a lo que sucedió con el post-modernismo. Sin embargo, la arquitectura debería estar en una posición que le permita reclamar niveles más elevados de relevancia cultural mediante la expansión de las nuevas tecnologías, tal como sucedió durante el Renacimiento o el Movimiento Moderno. 

Para lograrlo, es esencial diseñar procesos que se encuentran tanto a nivel de primer plano como de fondo, desplazando sistemas, parámetros, códigos de programación y tecnologías de fabricación, asegurando niveles más altos de autoría a través de una innovación cultural radical a nivel estructural, y comprometiéndose con una transformación profunda de la realidad que habilite la posibilidad de nuevas arquitecturas. Si las innovaciones en la arquitectura históricamente han avanzado gracias a las nuevas tecnologías en los sistemas de representación (que muchas veces han informado los métodos de construcción), las técnicas constructivas indexan valores sociales y categorías culturales a través de protocolos de producción basados en su eficiencia (determinando finalmente las tipologías edilicias).

El prototipo tenségrico de la Site-Specific Adaptable Robotic 3d Printer[1], que se exhibió durante la Bienal de Venecia (GAA/ECC) de 2018, activa una expansión de la representación arquitectónica y de los sistemas constructivos que abordan estas cuestiones. Esta investigación desarrolló una impresora específica al sitio para fabricar una e-Chaise Longue. La particularidad de este mecanismo robótico es que no depende de una estructura, ya que se puede adaptar a una condición existente. La máquina robótica funciona gracias a un mecanismo no cartesiano accionado por cables, diseñado para ser expansible y producir impresiones de gran tamaño, desde muebles hasta edificios, utilizando filamento no convencional programable. De esta forma, concebido como un problema de representación, aspira a desplazar las determinaciones cartesianas. Las series de e-Chaise Longues impresas expanden las dimensiones en la construcción por medio de una arquitectura de campo diferenciado de puntos-líneas-superficies-volúmenes y topologías, desplazando los procesos algorítmicos de fondo que informan al proyecto. La máquina robótica, el diseño computacional y el comportamiento del material programado se retroalimentan e identifican oportunidades latentes en el proceso, las cuales son capaces de informar tanto a los parámetros de fondo como al diseño en el primer plano. 


[1] Impresora 3d robótica adaptable, para un sitio específico.